¡Te perdí para siempre! El torbel… de la ciudad, te arrebató inclemen… Ya nunca volveré a besar tu frente ni beberemos juntos nuestro vino. La vida bifurcó nuestro camino;

Suelta la crin en un hirsuto alard… pleno el pulmón de su impalpable i… desatado, frenético, convulso, siembra a su paso un pánico cobard… Silba un lamento en los copudos tr…

Hay un gesto en tus manos de olímp… gesto ritual de santa que medita o… Cando las juntas lentamente semeja… conjunción de dos cisnes blancos b… Son tus manos ducales, largas, ari…

¡Qué sed tengo de ti! Eres la fue… que corre cristalina ante mis ojos… y son inútiles mis brazos flojos para hacer que se tuerza la corrie… Inútilmente domo mis antojos,

Cuando yo muera... –ha de llegarme… antes que a ti– al cerrar mis ojo… piensa que si aún hay vida entre l… te seguiré queriendo todavía. En mi ansiedad suprema de agonía,

¡Qué sed tengo de ti! Eres la fu… que corre cristalina ante mis ojos… y son inútiles mis brazos flojos para hacer que se tuerza la corrie… Inútilmente domo mis antojos,

Porque eres canallesca, porque ere… y porque eres perversa, y porque e… mi carne pecadora tu carne necesit… para libar las mieles de las flore… Porque tiene tu vientre albor de m…

Vive tu vida y ámala, sea buena o mala para ti: ese es tu sino. Si te punzan las zarzas del camino haz un yambo votivo de tu pena. Ten tu copa de amor bullente y lle…

Este Hilarión Cabrisas, religioso… que ha quemado su vida en la emoci… asceta y epicúreo, filósofo y poet… que conoce el ritmo oculto del Mus… A un tiempo fauno, santo, devoto y…

¡Presiento qué temprano he de mori… lo emprenderé del brazo de mi novi… yo ataviado en el negro sudario de… y ella envuelta en el blanco fanta… ¡Ya me ronda la muerte! Me dice:…

Bajo los resplandores de tus ojos… un perfume de abriles en mi lira b… y en la lírica grupa del blanco Cl… un poema de amores los madrigalizó… ¡Cuán dulce en el misterio de la n…

Miro otra vez llegar la golondrina que antes tuvo su nido en mi tejad… El nido está deshecho, destrozado, ella llega muy triste, ya no trina… Viene enferma del alma. Peregrina

Un dolor se me va y otro me arredr… ola que se marchó y ola que viene a batirme, y apenas se detiene sobre mi viejo corazón de piedra. Ola que llega, y rompe, y salta y…

¡Esa!... La que en el alma llevo… la que no salta afuera ni se expan… en la pupila; la que a nadie insul… en un alarde de dolor: la grande, la infinita, la muda, la sombría,