Cuando el Creador con gigantesca mano
Sobre sus ejes a la tierra puso,
¿Tal vez formar al hombre se propuso
Siervo cobarde o criminal tirano?
¿Enseñole a doblar la vil rodilla?
No: el que oprime feroz y el que se humilla
Del modelo inmortal se han separado.
El hombre vio la luz altivo y bello,
De Libertad con el augusto sello
Sobre su frente varonil grabado.
Después hollando su feliz decoro
La infame tiranía,
Le osó pesar en su balanza impía
Con la plata insensible y con el oro.
¿Y por siempre serás, hombre oprimido,
Un lunar en la frente de Natura?
¿Jamás la guerra impura
Plegará su estandarte sanguinoso,
Nuncio de asolación y horror profundo?
¿Nunca los hombres vivirán hermanos?
¿Los crímenes ¡oh Dios! y los tiranos
Han de durar mientras que dure el mundo?
No, fieros opresores; vanamente
Queréis ver quebrantado
El gran resorte de la humana mente.
¿Podéis adormecer el viento alado,
O de los astros enfrenar el vuelo,
O encadenar la furia del Oceano?
Pues el ingenio humano
Es fuerte como el mar y el viento y cielo.
Profética esperanza me asegura
Que han de salir mil genios de la nada
A inundar a la tierra despertada
En luz intelectual, celeste y pura.
Un nuevo sol dominará la esfera,
Y el incendio que vibre
Destruirá la opresión y los errores,
Prodigando sus rayos bienhechores
Al siervo libertad, virtud al libre.