Soy el que por las calles
camina solo,
el testigo del mal tiempo,
de los lazos rotos:
sé que he sido yo solo
un perseguidor de nombres.
Ríos y ríos de materia se hacen
y deshacen,
de ellos surge la cosa, su Nombre.
Pero el nombre
qué puede encontrar...
Soy el más perdido,
El buscador de puertas.
He de leer mi voz naciente
de entrañas, abismos:
espejismos de mi mismo
donde el eco se extiende...
Sé que he sido el más solitario,
el más sí mismo.