Vino usted de tan lejos...
Vino usted de tan lejos,
y yo, sin esperarla
sabiendo que vendría.
¿Qué hacer, si apenas puedo
verla al paso del viento,
si su voz es perfume
que me persigue y huye,
si su cuerpo es un sueño
del que despierto en lágrimas,
si sus manos son pétalos
que sólo rozar puedo,
y su risa, arco iris
lejano, en el silencio
húmedo de la tarde?
¿Qué hacer, si apenas puedo
verla al paso del viento?