Padre: lo único cierto es que tú no estás muerto. Otros, tienen sus dioses, sus amig… otros tienden las manos abiertas hacia verdes promesas imp…

No sé si me olvidarás, ni si es amor este miedo; yo sólo sé que te vas, yo sólo sé que me quedo. (Andrés Eloy Blanco)

La chiquita que yo tengo tan negra como e, no la cambio po ninguna, po ninguna otra mujé. Ella laba, plancha, cose,

Sencilla y vertical, como una caña en el cañaveral. Oh retadora del furor genital: tu andar fabrica para el espasmo g…

En los dientes, la mañana, y la noche en el pellejo. ¿Quién será, quién no será? —El negro. Con ser hembra y no ser bella,

La muerte es un suplicio banal, si se compara con este andar a tientas tras una sombra vaga. Entrecambiar al paso

Por el Mar de las Antillas (que también Caribe llaman) batida por olas duras y ornada de espumas blandas, bajo el sol que la persigue

Por el largo camino me marché al azar, con un jarro de vino y un trozo de pan. rightMe marché al azar.

Te lo dije. Siempre te lo decía, porque no fue cosa de una vez. Ten cuidado, no jures que me amarás hasta la muerte,

Para Cándido Portinari, la miel y el ron, y una guitarra de azúcar, y una canción y un corazón.

¡Ay, negra, si tú supiera! Anoche te bi pasá y no quise que me biera. A é tú le hará como a mí,

El Aconcagua. Bestia solemne y frígida. Cabeza blanca y ojos de piedra fija. Anda en lentos rebaños con otros animales semejantes

Envenenada tinta habla de los mau-maus; negros de diente y uña, de antropofagia y tótem. Gruñe la tinta, cuento,

Una paloma cantando pasa: —¡Upa, mi negro, que el sol abrasa! Ya nadie duerme,

Eres alada, y vaporosa, y fina: hay algo en ti de ensueño o de qui… como si el alma que te anima fuera la musa de Gutierre de Cetina. Tu piel es porcelana de la China;