Besos
“Yo soy toda mi especie y que a nadie
he de inclinarme, pues cualquiera
debe sólo amar a su semejante.”
Sor Juana Inés de la Cruz
Un beso y un beso
amor en la piel,
caricias que laten,
en hombre o mujer.
Hagamos para “todos” esos “muy diferentes”,
las oportunidades muy iguales
tan solo por nacer.
Para un él o una niña,
deportistas, científicos; o los sin cobijo,
los ricos o los viejos, ateos o abogados,
los de capacidades muy variables,
los contables y artistas, los de Dios,
sean agricultores o duerman en las cárceles,
del vaso medio lleno, de vidas sin sentido,
los de noches sin un amanecer.
A todos, uno a uno, tiempo para vivir,
soñar bajo las lunas mágicas de los soles,
sin temor, disfrutando los destellos en ráfagas
para lograr gozar de las sonrisas compartidas,
sin miedo a que nos falten los derechos vitales.
Nosotros, gotas de agua, fluyendo de continuo,
llegando a los océanos de entendimiento.
Que se encuentren los ojos,
desde todos los ríos y montañas.
Aceptemos del género sensibilidad,
que a nadie se condene por un “otro creer”.
También somos dolor.
Contra aquellas tormentas de hiel e intolerancia,
nuestras complicidades llevan al equilibrio,
nos regalan la vida.
Aprendiendo a querernos ya no se quebrarán
los juncos frente al vendaval.
Somos ramas muy fuertes, y ese viento de infierno,
que se vaya sin más.
Somos copos de nieve de distintos colores,
diversos cuál la inquieta arena de nuestros mares.
Nuestros mil rostros traen limpia paz.
Un beso y un beso
gran simple placer,
libéralos todos
de a miles, de a cien.
Imagen de Jainam Sheth
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