“Parece que va a llover”-dijo con su voz suave y aterciopelada.
El cielo no escatimaba en nubes oscuras y grisáceas, la espesa espuma de nubarrones se amontonaba y se encadenaba como si fuese una cohorte de hoplitas a punto de arrojar sus lanzas.
El helado que sostenía con la mano derecha aún se mantenía fresco, era un crocante cucurucho de limón y sambayón, aunque no son sus sabores favoritos, son los que necesitaba, deglutiendo su angustia oral en cada furtiva lamida.
Sobre la mesita de luz una radio portátil que le había regalado su abuelo cuando cumplió 6 años, era su primer recuerdo infantil y nunca se despegó de ella, calculaba que solo cinco o seis veces tuvo que cambiarle las pilas.La agujita calibraba perfectamente en Radio Antigüita, especialistas en tangos, fados, sones, jazz.
Continuo meciéndose en su reposera de mimbre, oteando las gotas que salpican el pequeño charco que se iba formando en la empedrada acera.
Su pelo ya pintaba canas y sus ojos ya tenían patas de gallo, sus labios finos y rugosos murmuraban las tibias canciones
“...estás perdiendo el tiempo pensando, pensando...”
El sol no asomaba ni por la ventana y menos entre las nubes, pero sabía que se escondía detrás de esa muralla de incomprensibles y celosas nubes que custodiaban el cielo de Neptuno.
El chirrido de la silla gastada acompañaba las melodías de la tersa música.
El viento resopló por la ventana y el ruido de cerrarse una puerta le distrajo, volvió a elevar sus pupilas y al volver a levantar los ojos, halló que el sol asomaba entre las nubes, luego los cerró con remiso.
Esa sería su última escampada.
Ejercicio de escritura creativa,empezando un relato con "parece que va a llover" ,ya que se aconseja no empezar con fenómenos atmosféricos