Basta de enamorar al espejo con tus pómulos
prominentes de glamour en mi augurio los espío
a los ecos de tu acento le hallo un amorío
como abeja a la corola de tus óvulos
Mordisquearte con dulzura tus reidores lóbulos
en cada madrugada que tengas frío
te recomiendo leer las cartas que te envío
y así parar, el tiritar de tus músculos.
Cuando amparados en la noche veraniega
alrededor cantemos de las aguas del aljibe
tomando tu mano que respira y juega.
Si te late nos mudamos al caribe.
o Toledo o París, o alguna isla Griega.
pero de la mano, con el guapo que suscribe.