#EscritoresMexicanos
Este camino recto, entre la niebla… Entre un cielo al alcance de la ma… Por el que mudo voy, con escondido Y lento andar de savia por el tall… Sin mi sombra siquiera para hablar…
Primero amaneció para mis ojos. Que yo estaba caído En la cisterna de tu sueño, Y sin saber voltearme el corazón Y alzarme de puntillas en su vérti…
Y sólo sé que no soy yo, El durmiente que sueña un cedro H… Y pues que he nacido de muerte nat… Paso ya, frenesí tardío, tardía vo… Me miro con tus ojos y me veo alej…
Todo este día corrió El tren por mi pensamiento. Toda la noche su sirena Rayará mi desvelo. Y no poder imaginar
Esta mañana te sorprendo con el ro… Sin más que un aire de haber sido… Un aire que te cuelga de los ojos… Correveidile colibrí, estático Dentro del halo de su movimiento.
Y saber luego que eres tú Barca de brisa contra mis peñascos… Y saber luego que eres tú Viento de hielo sobre mis trigales… Frágil contra la altura de mi fren…
Es ya el cielo. O la noche. O el… Con la voz de mis ríos aún temblan… Sus mármoles yacentes hechos carne… Y el hombre de la luna con la foca… Y vicios de mejillas pintadas en l…
Alcohol, albur ganado, canto de ci… Sólo su paz redime del Anciano de… Y de su erudita tortura. Alcohol, ancla segura y abolición…
Me quedo en tus pupilas, sin convi… Adentro todos trenzan sus efímeros… Yo solo afuera, y sin amor, mas pr… Yo, mozo de cordel, con mi lamento… Yo, nuevo triste, yo, nuevo románt…
Espera, octubre. No hables, voz. Abril disuelve ap… La piel de las estatuas en espuma, Aún canta en flor el árbol de las… Y ya tu augurio a ras del mar, tu…
El agua, entre los álamos, Pinta la hora, no el paisaje; Su rostro desleído entre las manos Copia un aroma, un eco... (Colgaron al revés
Primero está la noche con su caos… Yo subo por los pianos que se deja… Arriba el día me amenaza con el fr… Y no sabré el final de ese nocturn… Ni las estrellas me dirán cuál fue…
Por el amor de una nube De blanda piel me perdí Duermo encadenado al cielo Sin voz sin nombre sin ser Sin ser voz suena mi nombre
De la última estrella A la primera Fue para oler las rosas. Vuelta, al revés, del mundo, Abierta la memoria
El pañuelo de espumas Del rompeolas me lloraba, ¡adiós!, Y en la noche aquel grito —aquella… ¡Ven! Y mi corazón que era sólo Un temblor que cantaba, en medio,