#EscritoresMexicanos
Si lo escribió mi prisa feliz, ¿co… Cómo dije: “palomas cálidas de tu… En sus picos leería: brasa, guinda… Pero la luz recuerda más duro su c… Y el aire el inflexible número de…
Primero está la noche con su caos… Yo subo por los pianos que se deja… Arriba el día me amenaza con el fr… Y no sabré el final de ese nocturn… Ni las estrellas me dirán cuál fue…
Primero amaneció para mis ojos. Que yo estaba caído En la cisterna de tu sueño, Y sin saber voltearme el corazón Y alzarme de puntillas en su vérti…
En esa frente líquida se bañaron… Que fisgaban los viejos desde las… Púberes. Cuando éramos dos sin percibirlo c… Cuando tanto decíamos la voz amor…
Todo este día corrió El tren por mi pensamiento. Toda la noche su sirena Rayará mi desvelo. Y no poder imaginar
Qué hermosa eres, Diablo, como un… Mucho más despiadada, Cuando te llamas alba y mi noche e… Cuando tu pie de seda se clava de… Abstinencia,
Cómo me cantarías sino muerto Al descubrir de pronto bajo el cie… El pensamiento estéril y la tenaz… Si sobre su oleaje ahora atardecid… Surcaron formas plácidas,
De la última estrella A la primera Fue para oler las rosas. Vuelta, al revés, del mundo, Abierta la memoria
Alanceada por tu canal certero, Sangras chorros de luces, Martirizada piel de cocodrilo. Grito tuyo —a esta hora amordazado Por aquella nube con luna—,
Ya no va a dolerme el mar, Porque conocí la fuente. ¡Qué dura herida la de su frescura Sobre la brasa de mi frente! Como a la mano hecha a los espinos
Este camino recto, entre la niebla… Entre un cielo al alcance de la ma… Por el que mudo voy, con escondido Y lento andar de savia por el tall… Sin mi sombra siquiera para hablar…
Más supo el laberinto, allí, a su… De tu secreto amor con las esferas… Mar martillo que gritas en yunques… La sucesión contada de tus olas. Una tarde inventé el número siete
Todavía mis ojos, por tus ojos, En tu alma, como el día del encuen… Que el amor, como siempre, nos pre… Pero ya nunca lo nombraremos. Mejor la insensatez de nuestra efí…
La noche, que me espía por el ojo De la cerradura del sueño, Gotea estrellas de ruidos inconexo… ¿Para qué este hilo de aire con ec… Ya ningún lápiz raya mi memoria
Por senderos de hienas se sale de… Si se supo ser hiena, Si se supo vivir de los despojos De la esposa llorada más por los f… Poeta viudo de la poesía,