Nadie está conmigo
encuentro mi mano vacía de otra que la agarre
nadie me acompaña en mi camino
mi cuerpo solitario de otro que lo acompañe.
“¿Podría alguien ocupar ese lugar?”
“¿Podría ser así de vulnerable?”
“¿Dejaré algún día que me conozcan de verdad?”
“Lograría que algo así se vuelva estable?”
Grito desesperadamente al abismo
estas preguntas ineptas
dime, ¿qué deseas más solitario oso,
el eco o la respuesta?
Quizás es así mejor.
¿Qué más quiere el oso
que la miel que le proporcionan las abejas?
¿Cómo puede acompañarlo un zorro
si no comprende el sentido de hibernar?
¿Cómo puede entenderle nadie
si con los de su especie solo lucha
en una sangrienta disputa territorial?
Quizás por eso el oso está mejor solo
quizás el compañero que busca ya está ahí
dentro de su pelo frondoso.
¿Quién podría entenderme más que yo?
¿Quién podría saber cuando necesito comida
refugio
escapismo
o llorar
más que yo?
Con esta realización me abrazo
me daré más a mi de lo que jamás he dado
me querré y cuidaré de mi cuerpo y alma
satisfaré todas mis necesidades sin falta
sin esperar que lo haga nadie más.
Llámalo egoísta pero considero lo contrario
jugarte tu vida como si fueras sobrado.
Al final, ¿quien me va a ser mas leal
que el que toda mi vida me ha acompañado?