haikú
Buscaré lunares en tu piel y tus heridas besaré; de tu profunda humedad mi boca abrevará, y en el lienzo de tu torso
Añoro tus besos verdes y ardientes, la flor de tu sexo inflamada y sedienta, de impúdicos pétalos,
En mi cabeza habita una violinist… que con esmero teje sus telarañas, ahí atrapa mis pensamientos y a veces mis sentimientos, los digiere con lentitud,
Rutilan las noches en mi ciudad bajo el cielo oscuro y seductor, por mi ventana observo ese parpadeo incesante que palpita en mil historias
Perdí en el tiempo tus palabras y en la distancia tu fragancia, hoy las busco en mi memoria y en el eco abstracto de tu voz; en el estruendo del silencio
Tus ojos son el laberinto donde pierdo mis sentidos, y aspirado por tu boca surco en tus entrañas como un trago de mar,
En lo profundo de tus ojos me descubro reflejado, atemporal, perdido y aturdido, y en cada parpadeo voy a volar hacia tu boca,
Día tras día la misma mo_no_to_nía, la radio encendida en casas desiertas, la mirada perdida
Habito en cada lágrima que resbala en mi rostro tallado en piedra, en cada latido y en cada suspiro,
¿A que me sabe el dolor? sabe a espuma de mar y a vino tinto y ajenjo, sabe a humo crujiente y a besos incandescentes,
Llueve en el campo de los sueños, crecen y se elevan a las nubes, y en el crepúsculo encendido del otoño, dibujan espirales mientras caen,
Invento palabras sacadas del limbo, adjetivos que definan mi alma invisible, (resultan impronunciables)
Es tan grande la amargura y el mundo tan pequeño, tan furiosa la sustancia y tan estrecha la salida, es la rabia tan mordaz
Veinte días y veinte horas, veinte dedos en pies y manos, veinte arillos
La soledad La soledad es esa mancha extraña en la pared, la que pintas y repintas y vuelve a aparecer,