Llueve en el campo de los sueños, crecen y se elevan a las nubes, y en el crepúsculo encendido del otoño, dibujan espirales mientras caen,
Tus ojos son el laberinto donde pierdo mis sentidos, y aspirado por tu boca surco en tus entrañas como un trago de mar,
En el silencio atmosférico de tu boca, escucho el murmullo de nuestros besos, que lentamente florecen
Buscaré lunares en tu piel y tus heridas besaré; de tu profunda humedad mi boca abrevará, y en el lienzo de tu torso
Ciudad mutante en ejes paralelos de cuadrantes asimétricos bocanada de vapores en tus calles rojas
Habito del lado oscuro porque así atisbo una mínima luz, habito del lado oscuro para que no me ciegue la claridad, habito del lado oscuro
No puedo ocultarlas con un click, ni dar delete en mi memoria, no puedo filtrar su aroma en mi na… ni fingir que no extraño su sabor, navegan en océanos de locura
Nube preñada de húmeda tristeza, lluvia salada
¿A que me sabe el dolor? sabe a espuma de mar y a vino tinto y ajenjo, sabe a humo crujiente y a besos incandescentes,
Día tras día la misma mo_no_to_nía, la radio encendida en casas desiertas, la mirada perdida
Te perdiste en las grietas de las… escapando en el humo que exhalamos… y diluida en una botella de cervez… te bebió la boca más perversa. Te volviste invisible desde el día…
Ésa necesidad de buscarte en otra… y en otros labios, en el respirar de muros descalabra… y lechos desvencijados, en la soledad que viaja conmigo
Estoy en el fondo de mis cruentos… y son tus palabras la espiral que… escucho tu voz, lejana, como un e… quisiera salir, dejar esta memoria… despegar al infinito, en tu nave…
Náufrago de la noche, ansío llegar al día, sólo para ver el reflejo de mi insomnio, en tus pupilas encendidas...
Veinte días y veinte horas, veinte dedos en pies y manos, veinte arillos