Salpicada de espuma, de salitre, desnuda, desde el mar, viene gritando: La vida, sí, la vida misma: ¡Un delirio por los prados!

Amigo Blas de Otero: Porque sé q… y porque el mundo existe, y yo tam… porque tú y yo y el mundo nos esta… gastando nuestras vueltas como qui… quiero hablarte y hablarme, dejar…

Con cambiarte de traje, te cambio… (No adivinas mi angustia. No sé c… Si te revuelvo el pelo tú ríes loc… mientras a mí me duele sentirte ta… Tanto puedo variarte que no sé ya…

Levanta tu edificio. Planta un ár… Combate si eres joven. Y haz el a… Mas no olvides al fin construir co… lo que más necesitas: Una tumba, u…

La vida es tan sencilla que se exp… se basta a sí misma. ¡Mira! Todo está hecho. Todo está… Nos basta aceptar o quizá —somos humanos—alabar

Pasarán gaviotas veloces, altas ga… sobre casas de cristal, terrazas d… donde muchachas blancas tocan los pianos de cristal. Pasará una brisa de algas y mar

Amanece inundando. Los pájaros cantores cierran los circuitos eléctricos d… ¡Es la belleza, es la vida! La cabeza se enciende como una bom…

La fatiga, la inmensa fatiga de los días repetidos. (Toda alegría supone algo de heroísmo.) Admirable enemiga,

Mi vicio, mi locura, mi alegría, ¡todavía muchacha! Mi nunca suficientemente amada, cámbiame los ojos si así quieres, pónmelos de ira.

Son tus pechos pequeños, son tus ojos confusos, lo que no tiene nombre y no comprendo, adoro. Son tus muslos largos

Uno dice lo que dice, mas no dice… Los espejos no reflejan: transpare… Todo mira fascinante de frente, pe… Todo vuelve por detrás y es lo rea… En lo que veo, no veo; en lo que n…

Iban los dos vestidos con descaro —minifalda, melenas— cogidos de la mano, tan jóvenes que casi daban miedo, tan absortos en un cero

Cuéntame cómo vives; dime sencillamente cómo pasan tus… tus lentísimos odios, tus pólvoras… y las confusas olas que te llevan… en la cambiante espuma de un blanc…

Educar es lo mismo que poner motor a una barca… hay que medir, pesar, equilibrar… …y poner todo en marcha. Para eso, uno tiene que llevar en…

Andrés, aunque te quitas la boina… y me llamas «señor», distanciándot… reprobándome —veo—que no lleve cor… que trate falsamente de ser un tú… que cambie los papeles —tú por tú,…