Sabes, aún estoy esperando quedarme, estoy navegando en los mares del amor hasta que un puerto anclarme. Estoy trabajando mucho en mí, créeme, estoy en mi viaje espiritual, físico y mental en poder ser el mejor hombre que te mereces. Tengo muchos temores de los cuales estoy trabajando; es un viaje en solitario que estoy realizando, pedazo a pedazo me estoy reparando, pegando cada pieza del daño que otros causaron, limpiando el desastre del pasado que me dejo marcado. Espero que estés también reencontrándote con tu mejor versión, solo pido que no dejes de sonreír, porque solamente así, saberé al fin llegar a ti.

He vuelto a sentir, me sorprendí; no creí que lo volvería a vivir. Pero agradezco el poder saber que estoy listo para ti, no tengas apuros, que yo no lo tendré. Seré paciente en Dios porque él está moldeando la mujer para mi vida y a su vez está obrando en mí para que me sepas reconocer. Tengo muchas cosas que contarte, tantos viajes que proyectarte, de muchos detalles llenarte, sonrisas que dibujarte, amarte como te lo mereces y que me ames igual.

Vive en tu máximo esplendor, has el ridículo en público, que tal vez así me unas a ti, no tengas miedo de mostrar a tu niña interior a la cual cuidaré con todo mi amor, y a su vez sujeta la mano del niño que tuvo que hacerse hombre para sobrellevar las cargas de esta vida rara con sus altas y bajas, que pretende verme en el suelo, pero sé con certeza que los planes de Dios son perfectos, y en su tiempo nos encontraremos y será como un faro guiando nuestros corazones a su destino.

Muéstrame cosas nuevas, léeme tu poesía favorita, narra las historias que tu cabecita crea, muéstrame esas canciones que solo cantas con sentimiento, invítame a bailar bajo la lluvia el perfecto bolero de nuestro amor eterno. Inspírame en seguir escribiendo los mejores versos, siendo la musa de mis sueños, creando las mejores sinfonías de tu risa y mi voz, crear momentos únicos, hacer de pequeños gestos tradiciones, disfrazarnos si así lo decides, escuchar tu voz antes de irme a dormir, y que me llames cuando sientas que no tienes lugar a donde ir.

Quiero tener esa conexión tan profunda, que nos podamos llamar aún en nuestros sueños, que con una mirada no digamos nada, pero se entienda todo, que nuestro corazón sepa cuando algo no anda bien, que aun en los problemas nos tomaremos las manos y los afrontaremos. Seremos un equipo que a pesar de los picos altos y bajos sigue luchando.

Haremos promesas de siempre hablar de cualquier incomodidad, entenderemos la postura del otro y mostraremos empatía necesaria para seguir creciendo. Sé que el enojo a veces nos nublará el juicio, y alejarnos unos minutos será lo más propicio. Pero al ir a la cama nuestros problemas serán disueltos con el pacto de un beso que nos indicará que mañana todo estará bien.
En mi madurez, entendí que, en el amor, es darle ese poder a la persona a tu lado de poder lastimarte, y sé también que mis actitudes pueden agobiarte. Pero jamás haré algún daño con la intención de herirte. Hemos de recordar que no somos perfectos y no venimos con un manual con el cual guiarnos. Debemos entendernos, amarnos y adaptarnos. Pero si somos la oración que le pedimos a Dios, siempre llegaremos a un acuerdo. Solo te pido, tomate el tiempo que deseas y siéntete bella para poderte mostrar a la sociedad; tomate tu tiempo y espera que las aventuras más bellas de nuestras vidas apenas van a comenzar.

Tomaré el tiempo necesario para seguir edificándome, he de ser necesario el camino para irlo aplanando. Sé ya lo que quiero de ti, pero me gustaría que ya tuvieras la idea de lo que quiere de mí. No dejo de pedirle a Dios de rodillas el poder cruzarnos, ver en la ventana del alma todo lo que pedía. Quiero perderme en tus brazos, abrirte el corazón, entre tus abrazos sentirme tu campeón, que tus besos sean mi gasolina en el día a día y el amarte el motor para no rendirme.

Esperando con un poco de ansias de nuestro primer encuentro, de esa primera cita con los nervios que solo nos harán soltar carcajadas, de saber en lo que piensas y en lo que te proyectas. Que seamos lo suficientemente capaces de aceptar nuestras debilidades, de motivarnos para alcanzar nuevos niveles, de cuidarnos la espalda y elogiarnos en frente. Pero procura coquetearme más, como dice la canción, aunque no tengo apuro o eso es lo que me hago creer, quiero que llegues ya, tengo mucho amor para dar. La vida cada vez la siento más efímera, y si en esta vida no me alcanza para encontrarte, volverá en otra para alcanzarte.