Piedra y frío, viento que muerde las murallas como siglos que no se quiebran. Frio tañer de las campañas, ecos que se pierden en la bruma
Cayíu taba el día, pesá la calor, el cielo se jincaba como buey cans… ni un pájaru chirría, ni un perro… la tierra rezumaba un silencio rar… Las parras reventonas, los higos m…
No entró en mi vida, se filtró. Como un aroma que no se huele, como un susurro que nunca se dijo pero que siempre estuvo ahí. No miró, descifró.
Del soliloquio absurdo de esta ruina que soy saco tan solo cuatro conclusiones lo importante es amar
Veníu de Plasencia, repeinao, con la mirada empiná y el andá de… bajó del carru de caballis flama, pisandu las chinas como si juésen… Traji juelga en la cara y la boca…
Ese frescor, extremo encanto de lo sencillo
Apenas amanece vislumbro en tu mirada el sol que aún no ha salido sonríes centellean en mi mente
Ti desidero, ciò che non si dovrebbe desiderare… ciò che non si può desiderare, ciò che desidero.
Tu, che non appartieni a nessun lu… che ti insinui tra le mappe come un soffio di vento senza patr… o una domanda che nessuno risponde… Sei la linea spezzata nella bussol…
Hijos míos, almas que veláis mi su… manos que me alzan con ternura, ojos que lloran mi herida como si en ella os fuera la vida. Os miro desde mi lecho de sombra,
Nacer es abrir los ojos demasiado… El relámpago ya pasó, pero el trueno sigue en el pecho. El tiempo es un hilo que nadie sos… una ecuación donde la incógnita es…
Ti ho visto nella crepa dell’istan… nella pausa dove gli orologi tacciono e l’aria dimentica il suo nome. Non ci fu patto né parola,
Nunca me pidió que me quedara. Pero hubo un silencio que lo gritó.
Viento del Norte tiñe el cielo de plomo la vida duerme
El loco no miente: dice verdades sin pedir permiso. II. Dormiste con su cuerpo.