Quizás, si pudiéramos huir, sería hacia el vacío, donde el tiempo se disuelve y el eco del mundo se apaga. Un rincón donde las horas

Yá'l almendru sacó'l mugu como si nun tuviera memoria del fríu pasáu. Los cerezus florecían toos a una,

appena un sospiro, un chiudere dei miei occhi per trovare i tuoi, un abbraccio, un “Ciao, come stai!”

tu ausencia en mi despierta pasiones encontradas me muero y vivo por tenerte mas vivo y muero sin tenerte

El loco no miente: dice verdades sin pedir permiso. II. Dormiste con su cuerpo.

¡Qué guapa que ye la Sierra! ¡Qué tierra más alta, qué juerza m… ¡Qué monte más monte, qué peñas, q… qué cielo más jondo, qué luz más s… Los olivos, silensios de plata,

No pasó. Pero lo soñé tantas veces que ya no puedo jurar que no fue verdad.

Un hombre soñó con mares que aún no existían, y llevó su pluma más allá de las estrellas. Vio montañas bajo el mar,

A ese que venía jincao en la jaca, con la cara ensombraíta y la capa colgona del cansanciú, to lo esperában con un “¡ay, bendi… y la cara medio partía.

La luz del día se ha apagado antes… Ya no siento el sol en mi rostro, ni el aire que pasa por mi gargant… El frío empieza a quemarme, y la rabia no tiene forma.

La Rufina nació en enero, con los sabañones picañu’l cuerpu y un gritu que ya sonaba a desgracia antigua. Su madre murió del sustu

altiva y perdurable tu grandiosa silueta forjada por los años, por la sangre y la piel de la gente sencilla

Se acuesta el sol bailando por los cielos las golondrinas

Perdió un braciu en la trilla, ¡nu… Siguió dándole a la parva, con’l p… Dicen que fue la corbella, otros,… él nun cuenta na de eso... “¡si se… Tié la piel comía d’aire, los gües…