Me vi mirándome desde lejos, inmóvil se me termino el día, paralizada la noche vio mi rostro, ante un espejo casi imperfecto. ¿Qué he de amar?
Hay una libertad inmensurable hay un tiempo no perdido dónde tus ojos no veían su sombra pero el tiempo te entrego a él hay delicadeza en tu cabello
Desde el sol sublime de occidente me llamó. A través de un sueño se mostró ante mí y me sentí pleno… Danzo en mi sueño profundo
Que gran locura esa la mía, la de querer ser todos y no ser ninguno. Que gran locura esa la mía, la de creerme rey
Mi yo individual ha muerto ¿Quién soy yo, sino tú? Yo soy el todo y la nada Soy el nulo El improbable
Como en un sueño tan lívido y tan liviano, viajaba sobre las alas de un águila ahora extinta, y mientras el vuelo
Sufro porque te amo sufro a ratos: cortos largos... El amor lo sufro
Recorre el cielo oscuro la noche más larga las estrellas al noroeste no las vuelvo a ver. La luna, detrás de la montaña
No se puede ser feliz sin ninguna compañía yo sé de las tristezas y de las noches frías Sé de flores y de estrellas
Hoy no escribí poesía pero igual este es un poema. Hoy estoy tirado en el suelo viendo a las mariposas que vuelan. Con ellas el invierno viene
Huir de esta realidad ajena huir con alas de Ángel huir hacía el abismo o hacía la luz colmado de penas ajenas
¿Dónde estás? No estás en el local de vestidos d… frente a la plaza comercial No estas en el rostro de la gente No te encuentro en los desayunos
Me he cegado, me he cegado a mí mismo para ver la verdad tal cual es: oscura.
El poeta es una espada degollador de mentiras que a la naturaleza ama y que por una flor lloraría
Mascara de la noche, velo secreto que oculta mi rostro. Inocente, inasible e inocuo. ¡Oh!, déjame ver tu esplendor. Libera en mi el deseo y la impacie…