Solo con la noche,
inmerso en las estrellas
se me revelaron los secretos
del mundo.
El pasado, el presente y el futuro
se unieron en un solo punto
inexorable.
Y me deje embriagar por aquellas
aguas tranquilas,
casi inexistentes, infinitas.
Donde mi ‘yo’ no existía,
donde ‘yo’ no era ‘yo’.
¡Mejor, éramos nosotros!