#Andaluces #Asesinados #Españoles #Gays #Generación27 #Granadinos #GuerraCivilEspañola #SigloXX #PoemaDelCanteJondo
Narciso. Tu olor. Y el fondo del río. Quiero quedarme a tu vera. Flor del amor.
El mariquita se peina en su peinador de seda. Los vecinos se sonríen en sus ventanas postreras. El mariquita organiza
Amparo ¡qué sola estás en tu casa vestida de blanco! (Ecuador entre el jazmín y el nardo).
Sin encontrarse. Viajero por su propio torso blanco… Así iba el aire. Pronto se vio que la luna era una calavera de caballo
Mi corazón oprimido Siente junto a la alborada El dolor de sus amores Y el sueño de las distancias. La luz de la aurora lleva
Coches cerrados llegaban a las orillas de juncos donde las ondas alisan romano torso desnudo. Coches que el Guadalquivir
El corazón, Que tenía en la escuela Donde estuvo pintada La cartilla primera, ¿Está en ti,
Me han traído una caracola. Dentro le canta un mar de mapa. Mi corazón se llena de agua
Yo me alivié a un pino verde por ver si la divisaba, y sólo divisé el polvo del coche que la llevaba. Anda jaleo, jaleo:
Tienen gotas de rocío las alas del ruiseñor, gotas claras de la luna cuajadas por su ilusión. Tiene el mármol de la fuente
Si muero, dejad el balcón abierto. El niño come naranjas. (Desde mi balcón lo veo). El segador siega el trigo.
Amor, amor que está herido. Herido de amor huido; herido, muerto de amor.
Mi niña se fue a la mar, a contar olas y chinas, pero se encontró, de pronto, con el río de Sevilla. Entre adelfas y campanas
Naranja y limón. ¡Ay de la niña del mal amor! Limón y naranja. ¡Ay de la niña,
¿Qué es aquello que reluce por los altos corredores? Cierra la puerta, hijo mío, acaban de dar las once. En mis ojos, sin querer,