Tú ni siquiera mereces un epigrama

Cuando los dorados corteses florecieron nosotros dos estábamos enamorados todavía

Ayer te vi en la calle, Myriam y Te vi tan bella, Myriam, que

No es que yo crea que el pueblo me… porque yo sé mejor que vosotros qu… Ni tampoco que pretenda pasar con… porque yo sé que el pueblo la derr… Ni que haya querido erigirme a mí…

Te doy Claudia, estos versos, porque tú eres su dueña. Los he escrito sencillos para que tú los entiendas. Son para ti solamente,

Al perderte yo a ti, tú y yo hemos perdido: yo, porque tú eras lo que yo más amaba, y tú, porque yo era

De estos cines Claudia, de estas fiestas, de estas carreras de caballos, no quedará nada

Viniste a visitarme en sueños pero el vacío que dejaste cuando te fuiste

Ni con joyas de la joyería Morlock ni con perfumes de Dreyfus ni con orqídeas

¡Mi gatita tierna mi gatita tierna! ¡como estremecen a mi gatita tierna mis caricias en su cara

Tomarse con los brazos el uno al o… dándose cada uno a los brazos del… Qué diferente sentirte dentro de u… que sentirse uno solo dentro de un… es decir, vacío.

Yo no canto la defensa de Stalingrado ni la campaña de Egipto ni el desembarco de sicilia ni la cruzada del Rhin

Cuídate, Claudia, cuando estés conmigo, porque el gesto más leve, cualquier palabra, un suspiro de Claudia,

Aquí pasaba a pie por estas calles, sin empleo ni puesto Y sin un peso Sólo poetas, putas

Si tú estás en Nueva York En Nueva York no hay nadie más Y si no estás