De pronto suena en la noche una sirena de alarma, larga, larga, El aullido lúgubre

Al perderte yo a ti, tú y yo hemos perdido: yo, porque tú eras lo que yo más amaba, y tú, porque yo era

Que un día llegue a tus manos el libro de un poeta Famoso Y leas estas líneas que el autor escribió

¿Has oído gritar de noche al oso—caballo oo—oo—oo—oo o al coyote

Otros podrán ganar mucho dinero Pero yo he sacrificado ese dinero para escribir

La persona más proxima a mí eres tú a la que

En Costa Rica cantan los carreteros Caminan con mandolinas en los caminos Y las carreteras

Tú has trabajado veinte años para reunir veinte millones de pesos pero nosotros

Tus ojos son una luna que riela en una laguna negra Tu pelo las olas negras bajo el cielo sin luna

Uno se despierta con cañonazos En la mañana lleno de aviones Pareciera que fuera la revolución

Como canta de noche la esquirina al esquirín que está sobre otra rama

Recibe estas rosas costarricenses, Myriam, con estos versos de amor mis versos te recordarán

Verdes tardes de la selva; tardes tristes. Río verde entre zacatales verdes; pantanos verdes. Tardes olorosas a lodo, a hojas mo…

Cuídate, Claudia, cuando estés conmigo, porque el gesto más leve, cualquier palabra, un suspiro de Claudia,

Ayer te vi en la calle, Myriam y Te vi tan bella, Myriam, que