Te deseó
y te desea,
éste que en algún momento llegará
a tu tierno parecer,
a tu digna elección de mujer,
el desgrado.
Comenzaré a desagradarte,
querré hacerte el amor
pero los gusanos de mi cara
tan solo soltarán insultos
y te digo más,
comenzarás a odiarme;
No le darás a mi joven cuerpo infecto
ningún tipo de indulto,
y la viscosidad de mis escamas
resultarán para tu tacto repugnante
y alguno de mis siete ojos querrá mirarte,
pero tan solo encontrará asco y rabia.
Querré cantarte las canciones viejas
que solían enamorarte,
cuando yo tomaba mi guitarra
y la dejaba volar por ahí, honesta;
Pero mi carrasposa voz te recordarla
a una prisión, de mazmorras,
mi voz de enfermo te sonara a musgo,
a humedad y a pestes,
no creerás que mi canción viene
directo de mi sentir y en mi vientre
millones de mariposas morirán
y su tonalidad grisácea y extraordinaria
no será admiración para ningún otro humano,
morirán como he de morir yo,
yo que tan solo necesito que me tomes de la mano.