Miro pasar tus olas
De trémulas espumas, coronadas
Por blancas caracolas
O ardorosas estrellas conjugadas
Sobre las que graciosa sobrenadas.
Miro tus nubes lentas
Silenciosas, oscuras alcatraces,
Gaviotas cenicientas
Que dispersan tus ángeles tenaces
Y en diamantes tú misma las deshaces.
Miro tu luna quieta
Cómo se duerme abandonada y fina
Como un ave sujeta
(Porque tu alta sonrisa la domina)
O como sierva que a tus pies se inclina.
Miro todas las cosas
Que se consagran a tu Monarquía;
Las islas luminosas;
La piragua que al paso te salía
Y el lazo para atar la mar bravía.
Me canta en la pupila
El arco iris de acendrada pluma
que moja la tranquila
Cola de faisán real entre la espuma
Si el ala hastiada ofrece en rica suma.
Miro a los serafines
Revolotear en torno a tus estrellas.
La luz en que defines
La esmeralda que en trémulas centellas
Quiebra en tu cruz sus resonancias bellas.
Y regreso del viaje
A todo lo que en torno a ti fulgura
Para quedarme paje
De la que por virtud de su figura
En rostro del Amor nos transfigura.