Son tus ojos dos faros,
que iluminan mis cielos,
en mis sueños más claros.
Tus palabras susurran,
como brisa de enero,
y en mi alma perduran.
Eres llama encendida,
la caricia temprana,
que revive mi vida.
Tu amor es la marea,
que me envuelve en silencio,
como un canto que ondea.