En el año de guerra, nublado y austero,
Sufre el alma el dolor anticipado,
Presagio de tormentas que azotarán el suelo,
Y el llanto de los pueblos, desconsolado.
El eco de las bombas retumba en el aire,
Mientras la sangre tiñe el suelo de escarlata,
Y el humo de la pólvora oscurece el desaire,
Preludio de una tragedia que se desata.
Los campos, otrora verdes y fértiles,
Ahora son testigos del horror y la desolación,
Y el pueblo, aterrorizado, busca protegerte,
En medio del caos y la desesperación.
El español, otrora lengua de poetas,
Ahora se tiñe de luto y de dolor,
Sus versos se transforman en saetas,
Que expresan la agonía de un pueblo en flor.
El sufrimiento se extiende como una plaga,
Dejando cicatrices en el alma y el corazón,
Y el dolor anticipado se hace llaga,
En el año de la guerra y del nublado parangón,.