Eres subastador de besos que son mentira,
promesas que se pierden al viento sin destino,
dibujas en el aire el fuego que no inspira,
y vendes ilusiones con gesto repentino.
Tu voz es un susurro de engaño y seducción,
un eco que cautiva con falsas esperanzas,
y cada beso falso despierta la pasión,
pero al tocar el suelo sus luces ya se alcanzan.
¿Quién pujará en tu juego de amores imposibles,
cuando en tu propio pecho no late la verdad?
Tus besos se disuelven, livianos e insensibles,
dejando solo polvo, vacío y soledad.
Subastador errante, en tu andar inconstante,
quizá encuentres un beso que no pueda volar,
un roce verdadero, sincero y desbordante,
que te ancle al amor y te deje de soñar.