Bebemos el néctar, del amor el vino,
De nuestros corazones, hasta los labios finos.
Entonamos el canto, del amor la canción,
Desde los labios rojos, hasta el sacro corazón.
El vino embriagante, nos alienta el anhelo,
Enciende en nuestros seres, un radiante destello.
Nos unimos en un abrazo, ardiente y profundo,
Donde el amor florece, extinguiendo el mundo.
De tus labios a los míos, libamos el amar,
En cada beso ardiente, un nuevo despertar.
Del ardor del deseo, surge la pasión,
Que nos eleva al cielo, en sagrada unión.
El amor es nuestra savia, nuestro vino vital,
Que nos une en un abrazo, eterno y celestial.
Cantemos siempre juntos, la canción del amor,
Que resonará en nuestros corazones por siempre, oh Señor.