Soneto Profano
En sombras grises danza el pensamiento,
se quiebra el eco frío de la historia,
el hombre, esclavo de su vana gloria,
sacrifica su fe por el cemento.
La carne busca su fatal sustento,
se rinde ante el poder y la memoria,
su voz reclama ídolos de escoria,
su paso siembra llagas al momento.
¿De qué sirve morir por vanidades,
si el polvo envuelve todo cuanto abunda?
¿De qué la luz, si el alma no responde?
Es la razón el fin de las verdades,
el fuego que en el pecho se fecunda,
y el grito que en el aire nunca esconde.
Este soneto refleja los deseos y contradicciones humanas desde una mirada crítica.
