En la sombra del olivo,
donde susurra el viento,
las hojas cuentan historias
de amores y de lamentos.
El sol juega entre sus ramas,
dibuja luces y sombras,
y los recuerdos se asoman
como estrellas que no nombran.
Canto de pájaros lejanos,
eco de pasos perdidos,
en cada rincón del silencio
se guardan sueños heridos.
La tierra, madre y sabia,
acaricia con su abrazo,
mientras el tiempo se quiebra
en susurros de un lazo.
Y allí bajo el olivo,
mis penas se van desnudando;
en su sombra me encuentro,
en su paz, voy despertando.