Soneto de tambor y raíz
Retumba el tambor en la noche oscura,
la luna despierta sobre la madera,
y el ritmo es corriente, viento y bandera,
que danza en el aire como quemadura.
De ébano y tierra es mi voz segura,
eco ancestral que el tiempo venera,
llevando en el alma la luz cimarronera,
que rompe cadenas y al sol se aventura.
Cada golpe es vida, raíz encendida,
que crece en mi sangre como un clamor,
latido profundo que nunca se olvida.
El tambor habla, es grito y es amor,
canción de mi gente, eterna y erguida,
ritmo inmortal que vibra en su ardor.
