Cuando el mundo se apaga, queda tu alma.
Cuando el frío destierra, arde tu alma.
En la oscura tormenta, brilla tu alma.
En las sombras sin tregua, salva tu alma.
Tu presencia redime porque es tu alma,
y consuela al doliente porque es tu alma.
Si el silencio estremece, canta tu alma.
Si la duda consume, calma tu alma.
Más allá del abismo vive tu alma,
más allá del ocaso vuelve tu alma.
En los campos del tiempo, siembra tu alma.
En la senda del hombre, guía tu alma.