Serie de Odas sáficas
I. Oda sáfica mitológica – A Selene
Sube Selene por el azul del cielo,
lava el mundo con su mirar de plata,
corre un ciervo blanco por la montaña,
brilla el misterio.
Callan todos bajo su luz serena,
duermen dioses, tiemblan los hombres sabios,
solo ella rige con su fuego antiguo
ritmos eternos.
Besa el mármol, roza los templos fríos,
guía al loco, da su poder al sueño,
viene, canta, parte sin dejar huella,
reina en la sombra.
II. Oda sáfica amorosa – Amor en vigilia
Arde el pecho cuando tu voz me nombra,
tiembla el mundo bajo tu risa clara,
mi memoria danza si tú me miras,
canta el deseo.
Cada beso rompe la antigua pena,
se disuelven muros con tus caricias,
y en tu abrazo cabe la eternidad,
luz que me envuelve.
Toma el alma lo que la piel no dice,
cruza el alma con su fulgor desnudo,
ya no hay noche donde tu piel respire,
todo es presencia.
III. Oda sáfica filosófica – Meditación del ser
Pasa el tiempo como un rumor sin forma,
rueda el mundo, gira sin rumbo cierto,
y la mente busca tras cada sombra
una respuesta.
Vuela el alma, cae, se alza, pregunta,
nace y muere todo en el mismo instante,
y en los ojos hay un mirar profundo
que no se apaga.
Somos bruma, sueño, dolor y cielo,
nombre escrito sobre la arena breve,
pero queda siempre en la voz del viento
algo infinito.
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