Sensualidad
Tus suaves curvas cual olas se mecen,
Tentando al náufrago que en ti se aferra,
Pues en tu cuerpo cual mar me sumerjo,
Hallando en él la anhelada tierra.
Tus dóciles formas, cual sirga me guían
A puertos de éxtasis y embeleso,
Pues en tus valles y colinas confío
Alcanzar la gloria de tu dulce beso.
¡Oh curvas tentadoras, néctar divino!
Que mi boca devore vuestro secreto,
Y mi alma, en vuestra senda peregrina,
Encuentre el paraíso, su eterno objeto.
Que en vuestro regazo mi ser se cobije,
Y en vuestra dulzura por siempre se fije.
