Renacen mis ilusiones,
mis deseos, mi pasión.
El ayer dejó sus flores
y hoy late el corazón.
Mi vida encuentra su rumbo,
cada día es un sol.
Ya no temo al oscuro,
en la luz hallé mi voz.
Compañeros de caminos,
la esperanza y la verdad,
susurran con gran cariño:
“Aún tienes mucho que dar”.
Nada muere por completo,
todo vuelve a comenzar.
Los abrazos que fueron sueños,
pronto reales serán.
Cómo cambia siempre el mundo,
y al final lo entenderás:
no es quien da lo que más brilla,
sino aquel que sabe amar.
Si hoy mis versos te hablan,
te invitan a continuar,
pues la vida siempre espera
a quien se atreve a soñar.