Pobrecito mi libro
Oh, pobrecito mi libro, abandonado en el salón,
con un ojo pasa la hoja, con el otro ve la televisión.
Polvoriento y olvidado, en un rincón se encuentra,
su tinta susurra historias, que nadie ahora escucha.
Sus páginas, un desierto, donde el tiempo se derrama,
sus letras, un lamento, una silenciosa llama.
Un héroe sin aventura, una princesa sin castillo,
un misterio sin resolver, un futuro sin brillo.
El ojo que lee se distrae, la mente vuela lejos,
la pantalla lo cautiva, con imágenes y reflejos.
El libro, en su silencio, observa el ir y venir,
de luces y de sombras, de un mundo superficial y sin fin.
Pero aún guarda su magia, su encanto y su saber,
esperando un lector atento, que su historia quiera leer.
Un suspiro en la página, un anhelo en el papel,
que alguien lo rescate pronto, de este mundo tan cruel.
Alli yace mi libro, entre el polvo y la quietud,
un tesoro olvidado, en busca de una nueva luz.
