**Para mi amada**
No he hallado la flor más bella para ti,
Ni el edén de jazmines que te recite.
Azucenas, alelíes, son lejanos,
Y los claveles, ilusiones marchitas.
El blanco de tu piel, cual madrigal fino,
No encuentra parangón en ningún fruto.
Busco sin descanso el jardín perfecto,
Donde los pétalos entonen tu nombre.
Aunque esquivo sea el hallazgo soñado,
Mi amor por ti florecerá sin tregua.
Pues en tu piel, un paraíso encuentro,
Donde el aroma del amor es eterno.
