País renaciente
Por montes verdes va el viento errante,
trae el salitre de un mar olvidado,
canta en los pinos su eco callado,
soplo de tierra, raíz distante.
En valles duermen las nieblas de antes,
riegan los campos con gris pausado,
como un viejo lienzo siempre adornado
con las pisadas de sombras errantes.
Oh gaita, alma que en el pecho llora,
lleva el quejido de vida silente,
haz del susurro un compás que enamora.
Y en tu lamento tan dulce y doliente,
vuelve el latido de amor que atesora,
en cada nota, un país renaciente.
