Necesitamos un amor más humano
Necesitamos un amor más humano,
que abrace la herida y extienda la mano,
que mire a los ojos sin prisa ni miedo,
que sienta el dolor ajeno como un credo.
Un amor que no pese monedas ni fama,
que no busque en el otro ventaja ni drama.
Un amor que construya en cada rincón,
puentes de esperanza, de luz y perdón.
Un amor que no tema ensuciarse las manos,
que brote sincero en actos cotidianos,
que no juzgue al caído, que tienda su abrigo,
que no pregunte el porqué y camine contigo.
Necesitamos un amor que despierte,
que rompa cadenas, que el odio deserte.
Un amor que florezca en medio del llanto,
que no tema entregarse, que ame tanto.
Un amor que respete, que escuche, que cure,
que encienda en el frío un fuego que dure.
Un amor que transforme lo gris en colores,
que germine en el mundo un jardín de valores.
Necesitamos un amor más humano,
que ame sin límites, cercano, artesano.
Un amor que no olvide que todos valemos,
porque, al fin y al cabo, en el amor nacemos.
