My first flush,
A precious memory that I hold,
A moment of pure bliss,
That I’ll never want to miss.
The sky painted in hues,
Of crimson, orange and blues,
The sun setting in the west,
Leaving me in awe and impressed.
As a child, I stood in wonder,
As the sky was torn asunder,
By the vibrant colors that spread,
A sight that took my breath instead.
The clouds were like cotton candy,
So soft and fluffy, oh so dandy,
The birds sang their final songs,
As the night crept along.
In that moment, I felt alive,
As if my soul had taken a dive,
Into the depths of beauty and grace,
That my eyes could hardly embrace.
Years have passed and I’ve seen many more,
But that first arrebol, I’ll always adore,
For it ignited my love for nature,
And opened my heart to a greater adventure.
Now, every time I see the sky ablaze,
I’m reminded of those childhood days,
When I witnessed my first arrebol,
A moment that will forever be my soul’s fuel.
So here’s to you, mi primer arrebol,
A memory that will never grow old,
For in that moment, I found my peace,
And my love for nature will never cease.
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Mi primer árbol,
Un recuerdo precioso que guardo,
Un momento de pura felicidad,
Que nunca querré perderme.
El cielo pintado de tonos,
De carmesí, naranja y azul,
El sol poniéndose en el oeste,
Dejándome asombrado e impresionado.
Cuando era niño, me quedé maravillado.
Mientras el cielo se partía en dos,
Por los colores vibrantes que se esparcen,
Una visión que me dejó sin aliento.
Las nubes eran como algodón de azúcar,
Tan suave y esponjoso, tan elegante,
Los pájaros cantaron sus últimos cantos,
A medida que avanzaba la noche.
En ese momento me sentí vivo,
Como si mi alma se hubiera zambullido,
En las profundidades de la belleza y la gracia,
Que mis ojos apenas podían abrazar.
Han pasado los años y he visto muchos más,
Pero ese primer árbol, siempre lo adoraré,
Porque encendió mi amor por la naturaleza,
Y abrió mi corazón a una aventura mayor.
Ahora, cada vez que veo el cielo en llamas,
Recuerdo esos días de la infancia,
Cuando presencié mi primer árbol,
Un momento que será para siempre el combustible de mi alma.
Brindo por ti, mi primer árbol,
Un recuerdo que nunca envejecerá,
Porque en ese momento encontré mi paz,
Y mi amor por la naturaleza nunca cesará.