Mira de mi cigarra cantora,
Las lágrimas cuando llora,
Son cual perlas que enamoran,
Y el alma en dulce embeleso adoran.
Sus ojos, cual dos luceros,
Llenos de amor y de sincero,
Reflejan el sentir profundo,
De un corazón herido y moribundo.
Su voz, cual melodía celestial,
Eleva el alma a un mundo ideal,
Donde el dolor se olvida,
Y la esperanza renace con vida.
Oh, mira de mi pobre cantora,
Las lágrimas cuando llora,
Son el bálsamo que alivia el dolor,
Y el consuelo que llena de amor.