En el prado verde, junto al río,
las flores bailan con la suave brisa.
El cielo azul, un manto infinito,
abraza la campiña con sonrisa.
**
Los árboles frondosos dan cobijo
al ganado que pasta con sosiego.
Un pájaro canta, dulce testigo,
del amor que la tierra nos entrega.
**
La tarde cae, tiñendo de oro
las aguas cristalinas del arroyo.
Un pastor, con su cayado de coro,
conduce a su rebaño con apoyo.
**
La luna, en el cielo, ya se asoma,
y las estrellas brillan con fulgor.
La noche llega, llena de aroma,
a cubrir el campo con amor.