Palabras, hijas del aire, seres de distinta esencia, que atravesáis los espacios con vuestra divina ciencia. Palabras, raudas mensajeras

En las sombras del rencor, se oculta la amarga esencia, nadas gana con odiar, siendo tuya la penitencia. El odio, cual fuego ardiente,

En la noche más oscura de mi alma, Cuando el silencio grita tu ausenc… Recuerdo aquellos días de calma, Y lloro por la pérdida de tu esenc… Fuiste sol en mi cielo nublado,

Se adorna el templo vacío con figuras que no miran, y en sus sombras se respiran los suspiros del hastío. Es la fe un vano rocío

Cuando la ciudad se pinte bermelló… y la noche se vista de luces y can… salgamos a bailar bajo el cielo es… donde los sueños cobran vida, desi… Las calles se transforman en un li…

Voy camino pecho adentro, por los silencios del alma, y le voy poniendo voces, donde la calma se inflama. Con paciencia se desgranan

Somos mar, lluvia y rocío, en el campo florecido, nuestro amor es el latido, de un paisaje en su albedrío. En el río, un canto pío,

Bella dama, mi corazón cautivas, Tu belleza divina me cautiva. Tus ojos brillantes, cual soles lu… Iluminan mi alma, cual astros fulg… Tus cabellos sedosos, cual oro dor…

Mi fe es fuerte como un granito de… pequeña, pero firme, siempre al al… En la tierra fértil de mi alma pla… crece con esperanza, noche y madru… No se amilana ante el viento o la…

Mamá, el campo Huele a tierra húmeda, A hierba recién cortada, A flores silvestres. Mamá, el campo