Oh, voz que en su poema encuentra vuelo,
Hugo Emilio, cantor de lo sublime,
tu verso, que en lo eterno se redime,
nos lleva en alas firmes hasta el cielo.
Declamas con pasión, con fiel desvelo,
y el alma en cada estrofa se percibe,
con un sentir latido, sin declive,
como eco profundo y sin recelo.
Tu canto es manantial, fuente infinita,
que en lo más simple halla la poesía
y en cada letra, el corazón palpita.
Y tu voz se eleva día con día,
y al recitar, el tiempo resucita,
¡eres esencia pura y melodía!