La poesía es rocío que besa la flor,
un fuego sutil que aviva el ardor.
Es llave dorada que abre el sentir,
un canto del viento que enseña a vivir.
Alumbra el abismo con luces de luna,
y traza caminos que nadie calcula.
En su hilo de plata la emoción teje,
el alma se alza, el dolor se aleje.
Es un río dormido que al mar se entrega,
la llama escondida que el pecho reniega.
Un vuelo invisible que roza la piel,
un eco del cosmos pintado en papel.
Quien la toma en sus manos y deja fluir,
descubre los cielos que sabe latir.
En su abrazo sutil todo es evidente:
la vida es poema, en cada presente.