LA MORGUE PARA DESPUES
No quiero ir a la morgue,
quiero ir al mar,
a la morgue, lo prometo,
iré después de sentir las olas,
quiero estar en la orilla,
descalzo,
y dejar que la espuma
me borre las huellas,
que la sal me abrace los ojos
y me haga llorar sin tristeza.
A la morgue iré después
de escuchar cómo el viento
silba entre las rocas,
de ver cómo la marea
lleva y trae secretos
de mundos que nunca conoceré.
Iré después de hundir mis manos
en la arena tibia,
grano a grano,
y sentir la eternidad
desmoronándose entre mis dedos.
