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ElidethAbreu

La Calaca visita al político

 
 
La Huesuda, aburrida de tanto transe,
decidió visitar al político de avance.
“A ver si este”, pensó con sorna,
“me da algo más que su retórica adorna”.
 
Llegó a Palacio en su escoba de segunda,
sin que la detuviera ni Guardia ni turba.
El político, al verla, exclamó con temor:
“¡Pero si aún no acaba mi esplendor!”
 
La Muerte, con sonrisa de oreja a oreja,
le dijo: “Ni tus promesas son eterna queja.
Vengo por ti, que ya has dado bastante lata,
es hora de que conozcas la democracia innata”.
 
El político intentó sobornar, como siempre hacía,
pero la Parca, inmune a tal porquería,
le respondió: “Ni tus millones mal habidos,
pueden comprar los años que ya están perdidos”.
 
Y en un tris, se lo llevó la Calaca,
dejando al país con una carga menos macabra.
Ahora en el averno sin fuero ni poder,
aprende que la muerte no se puede corromper.

Esta calaverita intenta capturar el estilo de Monsiváis con:

1. Una crítica directa a la clase política.
2. Referencias a la corrupción y los abusos de poder.
3. Un tono irónico y satírico.
4. Comentario social sobre la situación del país.
5. Uso de lenguaje coloquial mezclado con referencias culturales.

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