Cuando veo la ironía que rige este mundo,
Cuando observo la burla que hace de lo sagrado,
Cuando contemplo el cinismo, que es tan hondo,
Me invade la tristeza y me siento abrumado.
Pues la virtud se cubre con el velo del engaño,
Y el vicio se disfraza de falsa piedad;
El bien es escarnecido, el mal se alza con maña,
Y la verdad sucumbe ante la necedad.
¡Oh, ironía cruel que azotas con saña
A los buenos, humildes y sencillos de corazón!
¡Cómo me hiere tu lengua, que todo lo daña!
Pero en medio de tanta maldad y confusión,
Sé que Tú, oh Señor, ves la verdad oculta,
Y con tu justicia divina pondrás la compensación.