Bajo el manto de la noche,
brilla tu sagrada luz,
guía suave del reproche,
madre eterna del Yaxchú.
Entre estrellas vas tejiendo
con tus manos el telar,
hilos de oro vas cosiendo,
luz y sombra al conquistar.
Diosa sabia, protectora,
de la vida el corazón,
en tus ojos mora ahora
la penumbra y su canción.
Ixchel, dueña de los cielos,
blanca luna sin igual,
cubre al mundo con tus velos,
guardiana celestial.