Suave cadencia que arrulla el alma… notas que flotan en el aire sereno… Melodía que envuelve con su calma, eco de un sentir profundo y pleno. Dulce melopea, tan bella y etérea,
En el ritmo de su canto, brilló la voz de un país, con su merengue, un matiz, alegría en cada encanto. Su legado nunca es tanto,
Con tan escasa fe, el alma desnuda se enfrenta a la vida y su camino; la duda en el corazón, el destino se tiñe de sombras y oscura trama. Sin la luz que da la confianza pur…
El pasado se esfumó, un sueño fuga… El futuro es enigma, un misterio s… Solo el presente existe, aquí y ah… Donde la vida se abre, con fuerza… El ayer quedó atrás, con sus penas…
En la quietud del alma, donde el m… Y solo queda el eco de un canto qu… Allí te encuentro, oh, Dios, en l… Y mi ser se transforma en un altar… Divina beatitud, que inunda mi int…
¡Oh tú, corazón mío, delirante! Palpitante reclamo en la tormenta, Espejo en que se mira lo cambiante… Lira que en lo profundo se lamenta… ¿Qué buscas en la noche palpitante…
En el umbral del desfiladero, donde el susurro del viento canta, florecen las memorias que alienta la dulce brisa del ayer sincero. Las sombras de los valientes guerr…
En su pergamino venerado, La Constitución, un monumento alz… Fundamento de nación soberana, Donde el pueblo rige, libre y huma… Tres poderes, equilibrio cabal,
Allá en un palco de fuego, mi pena baila descalza, con cada paso que alza deja huellas de su juego. En las llamas, sin sosiego,
El alma en sombras, opaca y fría, La esperanza en el olvido se hundí… El anhelo de vivir se disipaba, Cuando el miedo su presencia anunc… Como un espectro que acecha en la…
El perfume sutil de un misterioso envuelve el aire con su mágico pod… un aroma que esconde un secreto pr… y nos invita a descubrirlo sin tem… Es un aroma que nos seduce y nos c…
Oh, bálsamo del alma, néctar del c… Que aplacas la soledad con tu arru… Tu presencia me lleva al séptimo c… Aliviando el dolor, borrando el bu… Tu dulce cantar, sinfonía celestia…
En la raíz del silencio, donde el viento susurra, una mujer se erige, árbol de vida y ternura. Con brazos que son ramas,
Un amor imperfecto, tan precioso y grato, de felicidad suspira, por ser de un alma pura. Caminante sin pecado,
En la calma del atardecer, cuando el sol se despide, las sombras se alargan, y el tiempo, un susurro, se aferra a los recuerdos.